El tren nocturno que vuelve a Hanoi no llega más que con una hora de retraso, lo que nos permite no perder nuestro enlace con el primer tren a Ninh Binh por unos 5 minutos (!).
Tras un par de horas llegamos a Ninh Binh y descansamos un rato del viaje nocturno. El hotel está al lado de la pagoda Bich Dong, que tiene tres edificios en unas cuevas y hay que subir de una a otra para poderlos ver.
A las 17h vamos en bici hasta el embarcadero de Tam Coc y hacemos el recorrido en barca por las grutas y las formaciones rocosas. Es muy curioso verles remar con los pies.
A esa hora casi no quedan turistas, y hay algunos lugareños pescando en el río. El paseo es muy agradable y las vistas son preciosas.
Al día siguiente alquilamos una moto y vamos hasta la cueva Mua, que no tiene ningún interés, pero que está al lado de un mirador sobre el río que recorrimos ayer. Después de un millón de escaleras, llegamos a la cima!
Seguimos por la carretera plagada de baches hasta Trang An, que es la opción más turística para hacer el recorrido en barca. Aquí hay hasta 10 cuevas en el río, pero pierde todo el encanto el hecho de que te hagan subir de 6 en 6 en las barcas con chaleco salvavidas.
Desde allí vamos a Chua Bai Dinh sin tener muy claro qué es exactamente. Resulta que en el lugar donde había una antigua pagoda han construido un megacomplejo de templos con el pasillo de budas más largo del mundo.
Y, cómo no, un montón de escaleras!!!
Tras hacer todo el recorrido vamos hasta Hoa Lu con la intención de visitar los templos que forman el grupo (hay unos 10). Pero nos fallan las fuerzas de tanta escalera y decidimos dar la visita por finalizada después de ver uno de ellos.
Esa noche, volvemos a dormir en el tren.
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