Abandonamos Los Angeles sin haber "disfrutado" ninguno de sus famosos atascos. Avanzamos por el desierto de California con calor y comemos en medio de ningún sitio una hamburguesa.
Empieza a llover cuando cogemos el primer tramo de ruta 66. Nuestra intención es ver el poblado abandonado de Oatman y continuar por la reserva india en Peach Springs hasta nuestro motel que está en Seligman, pero nos saltamos el cruce de Oatman y no nos damos cuenta hasta Peach Springs. Como es relativamente pronto, deshacemos casi 2 horas de camino.
La carretera que conduce a Oatman son 20 millas de ruta 66 dejadas de la mano de Dios, y que cuando llueve, se inunda y queda cortada, así de sencillo. Aunque ha parado de llover, encontramos un par de tramos con bastante agua y zonas con muchas piedras. Por suerte el coche cruza bien, y tras unas cuantas curvas y un precioso paisaje nos cruzamos con los burros de Oatman, que como ya es casi de noche se están retirando a los pastos. El pueblo está vacío de turistas y nos paseamos un rato sin gente y sin burros. El teléfono hace millas que está sin cobertura y cuando vamos a encender el coche... sin batería! Tras un par de intentos frustrantes, acertamos a apagar todo lo prescindible (luces, radio, aire acondicionado) y en un golpe de suerte, se enciende!!! De todas maneras, no nos da mucha confianza meternos en el desierto con un coche que no tiene bien la batería...
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